sábado, 1 de febrero de 2014

Quien sabe si con el tiempo... 18#

Siempre dicen que cuando estás con  buena compañía el tiempo se te pasa volando, y así fue, a Estela se le pasó volando el trayecto hasta la playa. Tenía pensado dormir un poco, pero no pudo.
Cuando llegaron a la casa de Jordi soltaron todas las cosas que llevaban, y fueron rápidamente a la playa a coger un buen sitio. Estela y Sheila fueron a comprar helados, y de paso se dieron una vuelta por los puestos de souvenirs que habían por ahí. A Estela se le ocurrió la idea de comer en un restaurante chino que había cerca, a Sheila no le pareció mala idea, solo faltaba la opinión de los demás.
Nada más volver, Sheila comentó la idea de Estela, pero no todos quisieron, les apetecía más comer algo de marisco, y como a Estela no le importaba mucho, solo su compañía, no se negó.
Sin que nadie se diese cuenta una gitana se acercó al grupillo, y cuando la vieron se sorprendieron un poco, ya que no llevaba cosas para vender ni nada por el estilo, solo una baraja de cartas. Sin cruzar saludos directamente le cogió la mano a Estela y le dijo: "Tú no crees en absoluto en estas cosas, pero en cuanto todo lo que yo te diga ocurra, creerás por completo". A Estela le entró un escalofrío que recorrió todo su cuerpo, a ella nunca le había gustado estas cosas, desde que aquella vez que jugó a la ouija y tuvo pesadillas tres noches seguidas. Se limitó a decir: "Es cierto". La gitana empezó a leerle las cartas: "Hay un gran miedo que recorre tu cuerpo, pero también un gran afán por conseguir tus propósitos, y eso hará que llegues lejos. Por lo visto vas a dejar a muchos seres queridos, pero te acompañarán aquellos que jamás te fallarán, aquellos que darían la vida por ti." "Porqué sabe tantas cosas de mi vida?"- se preguntaba Estela. "No tengas miedo, y piensa siempre que el tiempo es muy sabio, y que hay tiempo para todo. No intentes cambiar lo que ya está escrito, porque te resultará más difícil cambiar toda tu historia que resignarte a ella. Muchas suerte, y recuerda: no te desesperes, lucha por lo que quieres."- y con estas últimas palabras la gitana se fue, dejando a Estela con mucha inquietud.
"Qué habrá querido decir la gitana con todo esto? Si el nunca más ver a Jordi estaba escrito, no seré capaz de resignarme fácilmente, lo amo" -pensaba Estela. Jordi que estaba a su lado escuchando lo que la gitana le decía le dijo: " Si está escrito el volver a encontrarnos, nos encontraremos. Si no es así, no te preocupes, porque a pesar de todo, nunca te olvidaré".
Cuando los que estaban en el agua volvieron no dudaron en hacer burlas sobre las escena empalagosa entre Estela y Jordi, pero no les molestaba en absoluto, así era su forma de ser.
Después de tanto nadar, y jugar a volley-playa decidieron recoger las cosas e irse a comer.

lunes, 8 de julio de 2013

Quien sabe si con el tiempo... 17#

La noche se hizo muy larga, y los nervios invadían el cuerpo de Estela. Sus horas de insomnio empezaron, a penas eran las dos de la mañana y ella ya no podía dormir. Cogió el móvil, empezó a leer tweets y  más tweets, vio que tenía muchos mensajes en Whatsapp pero sabía que si se conectaba empezarían a preguntarle qué hacía a esa hora despierta, si hacía mucho que se fue a dormir, así que prefirió seguir en Twitter en él nadie la atosigaría, solo era cuestión de no twittear nada, solo leer y leer, y como mucho FAV.
Ya eran casi las cuatro, empezó a sentir mucha calor, así que se levantó a beber agua para refrescarse un poco, sabía de sobra que noches veraniegas tan calurosas como esas no volvería a pasarlas quién sabe durante cuánto tiempo.
Se cansó ya de Twitter, así que se dispuso a escuchar música, y como siempre le dio a aleatorio y por arte de magia empezaron a saltar canciones tristes, intentó evitarlas, pero no había remedio, sabía perfectamente que había cierta unión entre sus sentimientos y el aleatorio de su móvil.
Cuando le empezó a entrar sueño ya eran casi las cinco y media, sabía que a las seis tenía que estar ya en planta, porque no había preparado nada para la playa y sabía perfectamente que tarda bastante en hacer la maleta, es cierto que no tenía que llevar muchas cosas, pero aún así le gusta estar siempre prevenida por lo que tenía que llevar hasta la mínima tontería.
Finalmente se quedó dormida y se despertó con el tiempo justo, así que cogió lo primero que pilló y apenas desayunó. Fue al cuarto de sus padres que aún estaban durmiendo y se despidió de ellos.
Estela llegó la primera al encuentro como de costumbre, a pesar de que odiaba tener que esperar a los demás no podía evitar dejar atrás esa puntualidad que llevaba en el cuerpo.
Como siempre  fue Sheila la que llegó tarde, Estela iba a echarle la bronca como siempre hace cuando Sheila llega tarde, pero pasaba de cabrearse, sabía que serían los últimos días, y quería en cierto modo recordar siempre a Sheila como la que siempre llega tarde a todos los sitios. La gran sonrisa con la que llegó Sheila hizo que Estela reflexionase, a Sheila le sorprendió y no pudo evitar resaltar eso y le dijo "Hey gruñona, cómo es que hoy no me echas la bronca por llegar tarde?", Estela no pudo evitar contestarle con una sonrisa y añadir "Anda, calla, que calladita estás más guapa, cielo".
Con esto daban comienzo los últimos días con sus amigos, días que jamás olvidaría. Todo debía de salir, aunque no perfecto, porque sus amigos eran de todo menos personas normales y ella lo sabía, pero también sabía que las mejores personas son de todo menos normales.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Quien sabe si con el tiempo... 16#

Fueron al parque más cercano, allí Estela les contó todo. La mayoría empezó a llorar, y los que no, empezaron a sollozar... Por una parte eso deprimía a Estela, pues no quería que sus amigos sufriesen, pero por otra parte, se sentía bien, pues sabía que tenía a los mejores amigos del mundo, y le entristecía la idea de tener que abandonarlos.
Como siempre, Estela fue la fuerte de la situación e intentó animarlos a todos, prometió volver en verano, algo que ella misma sabía que no iba a ser así, pero con eso, por lo menos conseguía no verlos llorar.
Estela no les contó que día exactamente se iba, así que sus amigos, por intuición y precaución ese mismo día, prepararon carteles, regalos e incluso vídeos, dedicándoselos a Estela. Todo se lo enseñaron al día siguiente, la alegría que sintió fue inmensa, todos la acorralaron y le dieron un gran abrazo, ella siempre se quedaría con ese recuerdo.
Después de recibir todo eso, les dijo que le quedaban 12 días para estar allí, y que quería pasar la mayor parte del tiempo con ellos. Decidieron planear perfectamente los 12 días, teniendo en cuenta que el último sería el día que se iba, y el penúltimo sería la despedida, y hoy, ya se estaba acabando, así que quedaban 9 días enteros, para disfrutarlos al máximo.
A Jordi se le ocurrió la idea de ir a la playa, y dormir en la casa que sus padres tenían allí, el mismo lugar donde todo empezó... a Estela la idea le parecía genial, y como todos querían complacerla, ninguno se negó. Para no perder tiempo, todos se despidieron, y volvieron a sus casas, para hacer la maleta, y comentarles el plan a sus padres, que se daba por entendido, que ningún padre se negaría.
Las últimas confirmaciones del plan, las hablaron por Whatsapp, quedarían a la mañana siguiente, a las 7:30, y 7:00 para los impuntuales, en la estación, cogerían el ave y una vez allí, cogerían un autobús hasta llegar a la casa. Todos debían de llevar dinero, y algún que otro juego de mesa para pasar el rato.
Esa noche Estela estaba nerviosa, habían pasado muchas cosas importantes en poco tiempo, ya quedaba menos para irse, no quería irse, no quería abandonar a esos amigos, que han demostrados ser maravillosos, sabía que debía de asimilar las cosas con tranquilidad, que quien sabe si con el tiempo se vuelven a ver, que el tiempo pone a cada quien en su lugar, y que si lugar era estar junto a ellos volvería, a pesar del paso de los años.
Estaba muy cansada, al fin y al cabo había sido un día agotador, se quedó dormida más temprano que de costumbre.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Quien sabe si con el tiempo...15#

Al final no fueron con sus amigos, lo que hicieron fue ir a algunas iglesias a donar la ropa, que Estela no se llevaría a California. Sus padres insistían en que también donase esa gran cantidad de peluches que tenía, pero ella se negó rotundamente, esos peluches significaban mucho para ella, cada uno de ellos se lo había regalado alguien especial, y no quería desprenderse de ellos.
Tenía tanta ropa, que en esa tarde, no le dio tiempo de llevarla toda, así que a la mañana siguiente, volvería otra vez.
Se levantó temprano, pues ya solo quedaban 13 días para irse, y aún tenía muchas cosas que hacer. Fue a casa de Jordi, para que la acompañase y la ayudase con la ropa. Luego se pasaron por el instituto a avisar de que se iba, y que no volvería, que rechazaba la plaza. En ese momento, aparecieron casi todos los de la clase, y escucharon lo que Estela había dicho. Empezaron a acorralarla y a hacer un montón de preguntas, lo único que pudo gritar fue: ‘DEJARME EN PAZ DE  UNA PUTA VEZ!’ Salió corriendo, y se sentó en las escaleras que conducían al patio.
Jordi fue tras de ella, les dijo a los demás que esperasen un poco, todo esto para Estela no era nada fácil.
Cuando vio que Jordi se acercó a ella le dijo: ‘Yo no quería tío, NO QUERÍA que se enterasen…’
Él la abrazó y le respondió: ‘Lo sé cielo, pero no podías evitarlo, tarde o temprano se enterarían, y te preguntarían muchísimas cosas, así que ve con ellos, con la cabeza en alto, como tu sabes, y no olvides de sonreír como solo tú sabes, para que siempre te recuerden así’
Se levantó, se secó las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas, y besó a Jordi, y le dijo: ‘Te amo, no sé quién me animará allí, en mis malos momentos’
Corrió hacia ellos, y se subió encima de Erik, y todos se abalanzaron hacia ella para abrazarla. Y le dijeron: ‘No te preocupes, no te agobiaremos con nuestras preguntas, cuéntanos todo con calma, cuando quieras, que nosotros te escucharemos’.
‘Tiene que venir Jordi para que me ayude a contaros todo, yo sola, no puedo’– dijo.
‘Jordiiii, ven pronto joder, que sino, nos dejan con la intriga’ – gritaron algunos amigos suyos.
‘Bueno cielo, es hora de que lo cuentes, empieza tú, que cuando te canses, sigo yo’ – le dijo Jordi a Estela, después, le dio un beso en la frente, en señal de que podía empezar ya.



martes, 11 de septiembre de 2012

Quien sabe si con el tiempo...14#


Se les hizo muy tarde, ya había oscurecido. Jordi no quería que Estela volviese sola a casa, pero tampoco podía acompañarla, así que le propuso quedarse a dormir en su casa, a ella la idea le pareció genial, pero tenía que hablarlo con sus padres, tenía que avisarles, porque de lo contrario, se preocuparían mucho. Así que los llamó, los padres no pudieron oponerse. Estela pasó la noche en casa de Jordi, estaban los dos solos, pues los padres y la hermana de Jordi, se habían ido otra vez a la playa. Jordi no quiso ir, puesto que quería quedarse todos los días que quedaban con Estela, y sus padres lo entendieron.
Durmieron juntos, y pasaron toda la noche abrazados.
A la mañana siguiente, como de costumbre Jordi se levantó temprano para prepararle el desayuno a Estela.
Cuando Estela despertó, y lo vio ahí, en frente de ella, con el desayuno preparado y con una gran sonrisa en la cara, no puedo evitarlo, y lloró. No le dijo nada solo lo abrazó.
Jordi se sorprendió, y le preguntó qué le pasaba. Le dijo que ya no podía más, que no quería separarse de él. Que no quería perderlo, que sabía perfectamente, que al poco tiempo de irse ella, él estará con otra, que no se tendrá que ir a otro país, que estará con él siempre, y que eso, le dolía.
Jordi le dijo que no tenía de que preocuparse, y que además a él le pasa lo mismo, tiene el mismo temor. Pero que sabe perfectamente que el amor de los dos es tan fuerte, que a pesar de que hayan muchísimos kms de por medio, y de que aparezcan muchas personas en sus vidas, nada hará que el uno se olvide del otro. Que por lo menos  para él, ella era el amor de su vida, y que por muchas cosas que pasasen, jamás la olvidaría.
Estela pensaba igual que él, pero aún así, no podía dejar de darle vueltas al asunto.
Después de desayunar, se duchó, y se arregló, Jordi la llevó de vuelta a casa sobre las dos. En casa de Estela el almuerzo ya estaba casi listo, así que la madre de Estela invitó a Jordi, a que se quedase a comer, y él, no se negó.
El padre de Estela les preguntó que tenían pensado hacer esa tarde, y sinceramente, ninguno de los dos tenía pensado nada. Así que les dijeron que hablarían con algunos amigos, para ver qué hacían esa tarde.



miércoles, 29 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...13#


Una tarde decidió ir al parque con Jordi, quería disfrutar de un día en el césped. A Jordi se le ocurrió la idea de llevarse la cachimba, para pasar el rato, pero Estela no fumaba, y odiaba el humo, así que Jordi, prefirió no llevarla. Decidieron hacer un picnic, lo veían más conveniente, y tranquilo. Estela quiso invitar a una amiga, en concreto, a Sheila, para aprovechar y darle la noticia, de que si iba a California. Sheila no quiso ir, pues estaba claro que iba a estar de sujetaba velas, y eso no le molaba. Estela le dijo de mil y una maneras que fuese, pero Sheila se negó, no hubo manera de convencerla, así que tendría que esperar a otro día, para decirle la noticia…
Al final, fueron los dos solos al parque, allí se pasaron la tarde riéndose y diciéndose cuánto se quieren, pero, siempre tenía que haber un pero, y era el viaje a California. Ninguno de los dos quería darle fin a esa historia de amor. No sabía qué hacer, si cortar aun sabiendo que los se quieren,  o seguir siendo novios a pesar de toda esa distancia, de esos más de 9211 km… Si se decidían por la primera opción, sufrirían muchísimo, pero si se decidían por la segunda, aún peor, ya que no podrían estar juntos, a pesar de todo, y su amor solo sería de palabras, y nada de hechos. Los dos podrían perfectamente tener otra pareja, ya que no se darían cuenta ninguno de los dos.
Esa duda de que decisión tomar la tenían muy presente, pero ninguno de los dos hablaban del tema, preferían dejarlo para el último día.
 Los días pasaban muy deprisa, parecía que había un complot o algo, para que se pasasen volando. Ya solo quedaban 15 días, quince días para separarse, y volverse a ver, cuando el destino quisiese.
La tarde del 29 de agosto querían ir al cine a ver alguna película romántica, pero no había ninguna. Así que fueron a casa de Jordi a hacer un maratón de películas románticas, que a pesar de que ya se las habían visto, les gustaban mucho. Empezaron con ‘the notebook’, con la que sin duda lloró. Era una película muy romántica, con una historia en la que el amor, triunfó a pesar de todo. Continuaron con ‘todos los días de mi vida’, si ya había llorado bastante con la anterior, con esta aún más, ya que sabía que era una película basada en hechos reales. Y por último, vieron ‘3msc’, ya que ‘tgdt’ no le hizo mucho gracia a Estela, porque le pareció mucho más bonita la historia entre H y Baby, que la de H y Gin.  Se podía decir que era su película favorita, se la había visto casi 15 veces, y las quince veces, ha llorado.
Estela le preguntó que cómo acabaría su historia de amor. Si acabarían como en ‘the notebook’, o como la de ‘tgdt’. Jordi solo supo responderle, que su historia, sería especial, mejor que todas esas películas.







sábado, 25 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...12#


Estela decidió salir a la calle, a despejarse un rato, a ver si se encontraba a alguien con quien poder hablar. Se le ocurrió algo mejor que eso, llamar a Jordi. Estaba decidida a pasar el mayor tiempo posible con él, sin importar el lugar ni el momento.
Y así lo hizo, volvió súper tarde a casa, y sus padres la estaban esperando despiertos, con una mezcla de preocupación y cabreo. Estela pasó de ellos, solo les dijo que había estado con Jordi, y que se fuesen acostumbrando a verla llegar a esas horas, hasta el día que se vayan a California. Nunca antes le había hablado así a sus padres, era la primera vez, y en cierto modo, ellos la entendían, estaba pasando un mal momento, se podía decir que era su primer amor, y encima, acaba mal, por culpa de la puta distancia!



Estela llevaba la cuenta de los días que quedaban para irse a California, para volver, quién sabe cuándo… quedaba exactamente un mes, se iría el 12 de septiembre, tenía 31 días, para pasar junto a Jordi. 31 días para estar con el amor de su vida, para demostrarle todo lo que significaba para ella, para hacerle saber, que pase el tiempo que pase, y los separen los kilómetros que los separen, su amor por él, no cambiaría.
Por otra parte, Jordi tenía pensado hacer lo mismo que Estela, pero de otra manera diferente. Quería estrenar su cámara nueva, y con esa excusa se harían fotos a más no poder, y luego, las colocaría cada una de ellas en un bonito álbum digital, en el que también pondría algo de palabrerías, para que quedase más bonito.
Cada día iban a un lugar diferente, pero siempre, con la intención de convertir ese día, en algo inolvidable.
Poco a poco, Estela se iba poniendo más y más triste… el día de irse, cada vez, estaba más cerca. Y no quería eso, no quería separarse de él, pero tenía que hacerse la idea, de que tal vez jamás lo volviese a ver. Le costaba lo suyo, pero siempre sacaba fuerzas para animarse, y asimilar el futuro que le esperaba, pero sabía que dentro de poco no habría manera de ocultar toda esa tristeza que llevaba dentro, que el momento en que reventase, no habría quien la ayudase a encontrar la calma.
 



viernes, 24 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...11#


Los días pasaban, y Jordi hacía que cada uno de ellos, se volviesen inolvidables. Acostumbró a Estela a un ‘buenos días princesa’ al despertar.
Como de costumbre, desayunaban juntos en la habitación que le habían dado a Estela, después de desayunar, se iban a duchar y a arreglarse, para dar un paseo por la playa. Para Estela, esos días, fueron los mejores de su vida, sin lugar a dudas. Sabía perfectamente que alejarse de él, sería muy duro, el no poder verlo, besarlo y abrazarlo cada vez que quisiese, le iba a doler demasiado, más que nada. Prefirió olvidar eso, y disfrutar al máximo esos días, que sabía, que jamás podría olvidarlos.
La semana de playa, se acabó, por lo tanto tenían que volver a casa. Estela siguió con la mentira de que había estado en la playa con una amiga y su familia. Pero tenía que de alguna manera, decirles a sus padres, que tenía novio. Decidió decir una verdad a medias. Les contó que en la playa que estaba cerca de donde estaban ella, estaba un amigo suyo, y que Angélica propuso quedar, para pasar un rato juntos. Llegó el momento, de contarles a medias, ‘su historia de amor’ con Jordi. Les contó todo, absolutamente todo desde el principio, y lo de la playa, solo contó algunas cosas, obviamente.
Sus padres se quedaron un tanto sorprendidos, era así como algo de telenovela, que jamás habían llegado a pensar, que le ocurriría a su hija. Pero Estela pensaba en lo que de verdad ocurrió, y pensó que si sus padres se enteraban, estarían aún más sorprendidos. Quiso saber, si había alguna manera, de que el viaje a California se cancelase, pero sus padres dijeron que no. Era una buena oportunidad de trabajo que le habían propuesto a su padre, y además ella allí tendría una buena beca, así que no había manera de quedarse en España.
Sus padres sabían perfectamente el porqué de aquella pregunta, Estela estaba enamorada, y quería estar con Jordi todo el tiempo posible. Pero intentaron animarla con el típico ‘eres joven, te queda una vida por delante, ya encontrarás al verdadero amor de tu vida’, esto, para nada animaba a Estela.





miércoles, 22 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...10#


Llegaron a la playa, dieron un cortísimo paseo, puesto que Jordi, quería saber qué había pasado! Estela no podía ocultarlo más, tenía que decir toda la verdad. Lo primero, y más importante, era decirle a Jordi, que estaba enamorada de él. Se lo dijo, Jordi gritó de alegría, la abrazó fuertemente, y la besó. Pero el momento de felicidad, estaba a punto de terminar, pues llegaba la mala noticia. Estela tuvo que contarle que a principios de septiembre se iría a vivir a California. Le dio vueltas, y vueltas, hasta encontrar la manera más leve para decírselo. Se lo soltó de sopetón, y hubo un largo silencio, que los atormentaba.
Por un momento, Jordi quiso tomárselo en plan broma, pero al ver la cara de tristeza de Estela, se dio cuenta de que no era así. Y además, ella era incapaz de jugar con algo tan terrible, como marcharse para siempre.
Estela se quedó sin palabras, lo único que hizo fue abrazarlo, llorar y susurrarle al oído: ‘lo siento’
Jordi insistió en que no se fuera, en que se quedase junto a él, pero obviamente, Estela no podía hacer nada, era una decisión tomada por sus padres, y ella era menor de edad, como para desobedecerlos. Él era el primero en saber lo del asunto del viaje, pues no se había atrevido contárselo a nadie, pues sabía que se ahogaría ella misma en un mar de lágrimas. Lo único que pudo decirle a Jordi fue: ‘no te preocupes por el mañana, disfrutemos de hoy, del tiempo que nos queda juntos. Porque quien sabe si con el tiempo, nos volvemos a ver.’
Esas palabras no consolaron mucho a Jordi, pues él quería tenerla cerca, poder acariciarla y besarla, sin importar la distancia. Quería sentir como su corazón se acelera cada vez que están juntos.
Decidieron vivir el momento, y olvidar todo lo ocurrido. Prefirieron quedarse en la playa, tranquilamente y no separarse, para que siempre, recordasen los momentos vividos juntos, como los mejores de sus vidas.. Ya pensarían en alguna solución dentro de unas semanas, les quedaba tiempo.






viernes, 17 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...9#


No sabía qué hacer, ni a dónde ir… Sentía ganas de llamar a Jordi, para, en cierto modo, declararle su amor.
Pero a pesar de eso, prefirió marcharse de allí. No le importó que la ropa que llevaba, estuviera en casa de Jordi, y que aún quedaran muchos días para volver. Llevaba algo de dinero encima, así que decidió ir a la estación. Allí se tiró horas llorando, mientras miraba todas las llamadas perdidas de Jordi. Después, quiso comprar un billete para volver a Córdoba, pero si volvía, en casa le esperaba una montaña de preguntas de sus padres.
Por allí, pasó una pareja de unos jóvenes de su edad, más o menos. Como Estela lloraba desconsoladamente, se preocuparon por ella, y empezaron a intentar consolarla. Ella les contó la historia de todo, ellos vieron que lo más conveniente era que llamase a Jordi. Eso hizo, lo llamó.
Para Jordi recibir su llamada, fue un gran alivio, parecía que hasta le había vuelto el alma al cuerpo. Salió corriendo hacia la estación, para ir a recogerla. Tardó lo menos posible, lo había pasado muy mal, y por su cabeza pasaron las peores ideas, y necesitaba sentirla cerca de él, y sentir su respiración, y el ritmo de sus latidos.
En cuanto la vio, salió corriendo hacia ella para abrazarla. No había tenido en cuenta, que a su lado, estaba una pareja, eso no le importó mucho, pero le sorprendió, pues Estela no conocía nadie allí.
Jordi quiso saber que era lo que le había pasado, cómo había llegado hasta allí. Estela lo que quiso fue volver a la playa, la brisa la tranquilizaba, y eso era lo que necesitaba. Como le daba palo dejar a la pareja ahí, tirados, después de ayudarla, les propuso que los acompañasen.
Decidieron volver a la playa en autobús, para ir más tranquilos, y llegar antes. Durante el trayecto, Jordi no soltó a Estela en ningún momento, la abrazó todo el tiempo. Estela, se sintió protegida, sentía que nada malo, le podía pasar acompañada de él.






miércoles, 1 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...8#


A la mañana siguiente, la sorpresa fue mayor, la despertó con un: “buenos días, princesa” por un momento, Estela pensó que eso seguía siendo parte de su sueño. Pero no era así, además, le llevó el desayuno a la cama, y desayunaron los dos juntos.
Cuando terminaron, Estela aprovechó para ir a ducharse, vestirse e ir a dar un paseo por la playa, sola, para reflexionar…
Se duchó súper rápido, y se vistió a la velocidad del rayo, salió corriendo de la casa. Cuando sintió que ya no podía más, que se ahogaba y que no podía respirar, dejó de correr, y caminó lentamente. Ya llevaba bastantes metros de ventaja, Jordi no la alcanzaría.
Mientras caminaba, pensaba en todo lo ocurrido, y las lágrimas corrían por sus mejillas. No sabía que hacer, se sentía confusa. No sabía si realmente lo quería, o solo reaccionaba así, por acto reflejo, y si así era, no quería hacerle daño, le importaba demasiado. Ella misma sabía lo que dolía estar enamorada de alguien, que solo te ve, como su mejor amiga.
Decidió llamar a Sheila, necesitaba aclarar sus sentimientos con la ayuda de Sheila. La llamó, se contó todo, con lujo de detalles. Como siempre, Sheila sintió que cuando ocurrió todo, ella estaba ahí, la forma de expresarse de Estela, conseguía eso.
En esos momentos, Sheila sabía mejor que nadie, lo que de verdad sentía Estela. Lo primero que hizo, fue hacer que Estela se tranquilizase, porque si no, no habría manera alguna, de que entendiese las cosas.
Como de costumbre, lo consiguió. Le explicó que sus dudas eran ciertas, estaba enamorada de Jordi, refugiando su amor diciendo que era una amistad bastante fuerte.
Estela no quería admitirlo, pero aunque no quisiese, así era, estaba enamorada de Jordi.
Tuvo que admitirlo, no podía seguir engañándose a sí misma, y mucho menos, a Sheila, que era quien mejor la conocía.
Se despidió de Sheila, y le agradeció como de costumbre, por haber escuchado sus paranoias  y estupideces, y además, por haberla aconsejado.
Estela siguió caminando por la orilla, había estado mucho tiempo sin moverse, dentro de poco, Jordi la alcanzaría.





martes, 31 de julio de 2012

Quien sabe si con el tiempo...7#

Comenzaron de nuevo el camino, ya quedaba un poco más de la mitad.
Jordi volvió a acercarse a Estela, y ella automáticamente se puso nerviosa. Le preguntó que si se liaría con él, y ella dudó, no supo que responder, no sabía si responder lo que quería, o lo que era realmente adecuado. Así que prefirió hacerse la sorda, y miró por la ventanilla.
Jordi, decidió hacerse el dormido, y por un momento se sintió observado y a la vez, que alguien respiraba muy cerca de él, y abrió rápidamente los ojos, era Estela, que estaba muy cerca de él. A pesar de que ya había abierto los ojos, siguió mirándolo. Y simplemente le dijo: “SÍ” y no dejó que Jordi dijese palabra alguna, y surgió, se besaron.
Después del beso, sonrieron dulcemente. Todo quedó entre ellos, pues Aurora estaba dormida.
Todo lo que quedaba de camino, estuvieron abrazados y de vez en cuando, se besaban.
Estela no pensaba en otra cosa, que no fuera Jordi, y en el mejor viaje de su vida. Se sentía en el paraíso, había descubierto la felicidad total.
Llegaron a casa, era enorme! Tenía dos plantas, cuatro habitaciones, dos baños, un jardín con piscina, y lo mejor de todo: todas las ventanas tenían vista a la playa, y se sentía la brisa.
El día pasó como si nada, fueron a la playa, y el tonteo entre ellos continuó, y los besos, no faltaron en ningún momento.
Estela, empezó a preocuparse por lo que dijeran los padres de Jordi. Y no aguantaba más, y se lo preguntó a Jordi, y él le dijo, que desde un principio, le había dicho a sus padres que estaban saliendo. Esa era la única manera de que ellos cedieran. Y por eso, no se sorprendían cuando se besaban.
Ahora la duda estaba resulta, pero surgió otra: estaban o no saliendo?  Eso ya no quiso preguntárselo, le daba más vergüenza.
Pasaron una hermosa tarde en la playa. Por la noche, Jordi le propuso dar un paseo por la playa por la madrugada, Estela no se negó. Durante el paseo, lo sentía más cerca, y dio por hecho que estaban saliendo. Sentía ganas de contárselo a sus amigas, pero no quería hacerse ilusiones tan pronto, y además, quería que esa ilusión que había perdido hace bastante, y que hoy había recuperado, durase.


viernes, 27 de julio de 2012

Quien sabe si con el tiempo...6#

Subió en el coche, era la primera vez que veía a los padres de Jordi, y a su hermana. A pesar de que cuando eran peques, viviesen en frente.
Los saludó muy educadamente, parecían súper simpáticos. Realmente lo eran, dejando que su hijo, llevase a una amiga que no habían visto nunca, a la playa, durante una semana.
La pequeña Aurora, era muy cotilla, no dejaba de hacerle preguntas. Y al igual que sus compañeros de clases, decía que ella y su hermano eran novios, y que se querían. Jordi y Estela sonrojaron como de costumbre. En ese momento, los padres los miraron, y no sabían que hacer, así que se pusieron a mirar por la ventanilla.
Hubo un largo momento de silencio. En eso, Jordi y Estela se pusieron a hablar, pero no muy alto, pues a los dos les daba vergüenza. La madre les dijo que podían hablar con total tranquilad, que hiciesen como si estuviesen solos. Pero eso no podía ser así, Aurora se metía en la conversación cada dos por tres, preguntando cosas absurdas.  Estela no tenía mucha paciencia que digamos, pero siempre le han conmovido los niños más pequeños que ella. Cuando era pequeña odiaba que los mayores se sintiesen superiores, y por eso, siempre le hacía caso a los pequeños.
En un pequeño descuido, Jordi agarró la mano de Estela, ella lo notó, miró su mano, y luego lo miró a él, y sonrió. Jordi hizo lo mismo.
Jordi fingió que ya estaba harto de tanto viajar y que estaba muerto de sueño, pero era absurdo, llevaban tan solo 45 minutos de viaje. Le preguntó a Estela si podía apoyarse en su hombro, para intentar dormir un rato. Estela no pudo negarse. Jordi se apoyó en el hombro de Estela, y le susurraba al oído: “Te quiero, sabes que eres la mejor”. Ella lo miraba, y sonreía, le decía que dejase las tonterías, y que se durmiese. Él no le hacía ni puñetero caso, al contrario, estaba más despierto que nunca, tocándole el pelo, acariciándole la cara dulcemente, y susurrándole palabras bonitas, Estela cada vez estaba más roja.
Después de una hora de viaje, hicieron una parada en un restaurante, Jordi acompañó a Estela al baño. En el restaurante había mucha gente, y tuvieron que pasar, empujando a la mayoría. Cuando salieron, Jordi se apoyó fuertemente sobre los hombros de Estela, ella le dijo que se estuviese quieto. Jordi se puso en frente de ella, prohibiéndole el paso. Estuvieron así, unos diez minutos, cuando ella intentaba pasar, él la agarraba, y la abraza fuertemente. Todo ese tonteo fue muy bonito, hasta que llegó Aurora, gritando que ya se iban.


jueves, 26 de julio de 2012

Quien sabe si con el tiempo...5#


El verano ya estaba aquí, las clases terminaron, y Estela se iría de vacaciones y no vería a sus amigos.
Lo que hizo durante las tres primeras semanas de vacaciones fue: pasar un fin de semana en Madrid, y volver a casa, para arreglar por completo su cuarto.
Estaba con dudas de si hablarle o no a Jordi. Hasta que al final se decidió y le habló. Jordi estaba en la playa, y le propuso que fuese con él, la siguiente semana. Estela pensó que era de broma, y le siguió el rollo, se dio cuenta de que no era así, cuando Jordi le dijo que tuviese preparada su maleta, para el próximo jueves.
Estela no sabía que excusa inventar para no ir, o para que sus padres la dejasen ir, sin problema alguno…
Lo único que se le ocurrió  fue decirles que se iba una semana a la playa con su amiga  Angélica. Porque en cierto modo, no quería darle un plantón a Jordi, quería ir. Todo debía de estar muy bien planeado, no debía de haber ningún fallo. Primero tenía que hablar con Angélica, y contarle todo lo ocurrido. Y después contárselo a Sheila y Cristina, por si acaso se encontraban con sus padres y preguntaban por ella. Y por último, hablar con sus padres, para pedirles permiso.
Toda la idea salió bien, sus padres se creyeron la trola de que la habían invitado los padres de Angélica, y como les tenían confianza, no quisieron cerciorarse, de si era, o no cierto. Eso fue un gran punto a favor de Estela.
Estuvo preparando su maleta, mientras pensaba en si debía realmente ir o no. Se preguntaba a cada momento si conseguiría estar tranquila, con el cargo de conciencia, de haberle mentido a sus padres. Nunca lo había hecho, y pasaban ideas escalofriantes por su cabeza, como accidentes, o cosas por el estilo.
Los nervios y las dudas, la atormentaban las noches anteriores al viaje con Jordi.
Ya estaba todo preparado, estaba lista en el lugar y momento exacto que había dicho Jordi.
Mientras lo esperaba, empezó a pensar temas sobre los que hablar, durante unas dos horas y media de viaje. Pero en cuanto Jordi llegó, se olvidó de todo. Se puso muy nerviosa, ni ella misma sabía porqué. Solo notó como su corazón se aceleró al sentirlo cerca, mientras la saludaba.Sintió unas ganas tremendas de abrazarlo fuertemente, pero dudaba, hasta que respiró hondo, y lo abrazó como quiso.


sábado, 21 de julio de 2012

Quien sabe si con el tiempo...4#


Estela insistía en hablarle a Daniel, para ella era el único chico con el que debía estar. Le hablaba como de costumbre, inventándose la excusa más tonta, para tener tema de conversación. Cada vez, le quedaba menos excusas, pero aún así, ningún día dejaba de hablarle.
Semanas después, Estela empezó a echar muchísimo de menos a Jordi, nunca se imaginó llegar a necesitarlo de esa manera, pero al parecer, su orgullo era mucho más fuerte que ella misma, y siguió con la idea, de conseguir que Daniel se fijase en ella. Cada vez tonteaba más con él, a pesar de saber que él estaba de rollo con una chica, que realmente, le parecía fea, comparada con las chicas que le habían gustado anteriormente, y que por tanto, si se había fijado en aquella chica, porqué no fijarse en ella.
Cuando menos se lo esperaba, apareció una excusa perfecta, para ver a Daniel, por las tardes, y pasar más tiempo con él: ayudarle a estudiar para los exámenes finales, que estaban ya, a la vuelta de la esquina. Esa era una excusa PERFECTA, ahora lo único que faltaba, era planteárselo a Daniel. Estela decidió esperar un poco, y no ir tan deprisa. Su plan le salió muy bien, fue Daniel, el que le pidió ayuda a Estela. Consiguió lo que quería, pasar más tiempo con Daniel. Sheila había acertado: “Quién sabe si con el tiempo, es él quien te pide ayuda, sin que se la ofrezcas…”  Cuando Estela lo pensó, sonrío como acto reflejo.
Los días pasaban, Estela sentía a Daniel muy cerca, pero seguía estando aquella chica…
La fiesta de fin de curso se acercaba, Estela la había esperado impacientemente durante más de dos meses. Daniel le había dicho que él iba a ir, con eso, Estela ya tenía más razones para ir. Pero algo ocurrió en el último momento, el día antes, Estela sintió que no debía ir, y así fue, el día de la fiesta no estuvo allí. Hasta sus propios padres estaban muy sorprendidos de que no fuese a la fiesta, pues ella había insistido mucho para que la dejasen ir y quedarse hasta muy tarde,e incluso ya tenía un vestido nuevo, desde hacía más de un mes, para aquella ocasión.